El escudo que España adoptó cómo oficial durante la Segunda República, y también el que más consenso genera de cara a representar a una hipotética Tercera República (generando mucha más unanimidad que la bandera), tiene, sin embargo, su origen en tiempos muy anteriores al segundo período republicano en nuestro país, siendo anterior incluso a la primera república.

El origen del escudo republicano

Su origen estará en el Sexenio Democrático, pero no, dentro de este, en la Primera República, sino en el primer gobierno provisional posterior a la huida de la reina Isabel (antes incluso que la coronación de Amadeo I). En este momento, el general Serrano encargará a la Real Academia de Historia un informe en el que diese indicaciones sobre qué escudo sería más conveniente para la nación.

En dicho informe, el criterio principal adoptado por la Academia será el de representar a los territorios que forman el país, dejando atrás la idea de representar los antecedentes de la familia reinante, que había sido el criterio que se había seguido hasta entonces. Está claro que, en cualquier caso, difícilmente podrían representarse todos, por lo que el propio informe aclara que “Iguales en derechos e importancia todas estas porciones de nuestro territorio, no puede haber otro criterio para asignarles colocación en el nuevo escudo que el determinado por la práctica constante y el convenio mutuo, y es el que la Comisión ha adoptado.”

Este escudo constaba de cuatro cuarteles, en los que se representará el castillo de Castilla, un león coronado para León, las barras oro y gules de Aragón, y las cadenas de oro en campo gules de Navarra. Tendrá también un triángulo curvilíneo en el que representará la granada de Granada. Como tenantes, tomará dos torres de Hércules, que representan las pasadas y, en aquel momento, también las aún presentes colonias ultramarinas (en aquel momento España aún conservaba Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam). Con respecto a la corona del escudo, el informe propone varias opciones.

En el diseño original el león llevaba una corona

La primera de ellas, es simplemente dejar el escudo sin coronar. La segunda, añadir una corona de encina o cívica, en imitación a las romanas. Esta segunda opción se desaconseja, puesto que, ya en aquel momento, la corona cívica se asociaba a la forma de gobierno republicana, y tras la huida de la reina Isabel aún no se había determinado cuál sería la nueva forma del Estado. La tercera, adoptar una corona mural, o algún otro ornamento menos significativo, que no dé a entender una determinada forma de gobierno. Esta fue finalmente la opción escogida.

¿Pero qué es una corona mural? Originariamente, estas se usaban en la antigua Roma como premio al primer soldado que izaba la bandera propia en la muralla de una ciudad enemiga ocupada. En heráldica, ya había sido usada en España para coronar el escudo de entidades locales, existiendo distintos tipos de coronas, en función del tipo de entidad (diputación o veguería, comarca, ciudad…) 

Con la implantación de la monarquía de los Saboya, la corona mural se sustituirá por una corona real, y se introducirá en medio de los cuatro cuarteles del escudo el símbolo de la Casa de Saboya. Tras la I República, los Borbones adoptarán un diseño similar, introduciendo, obviamente, su propio escudo en el medio. A partir de entonces, el escudo pensado en 1868 se convertirá en la base para los posteriores.

El actual escudo monárquico también se basa en el de 1868

El escudo en la Segunda República

Al llegar la Segunda República, se eliminará el escudo de los Borbones  y se recuperará la corona mural. Además, se eliminará la corona que llevaba el león del escudo, pasando de ser un león coronado a un león a secas. Llama la atención la recuperación de la corona mural, pues esta se había adoptado, precisamente, para evitar referencias republicanas, en el contexto de un gobierno provisional que no se sabía si daría lugar a un régimen monárquico o republicano. En cualquier caso, finalmente se optó por una corona mural y no una corona cívica durante la Segunda República.

Este será el escudo finalmente usado por la Segunda República

Es por lo tanto, en esencia, el escudo de la Segunda República el mismo que el que utilizó el Gobierno Provisional en 1868. Dicho diseño servirá de inspiración para todos los diseños de escudo de España que se usarán en adelante (excepto, como no, durante el franquismo), siendo por lo tanto un escudo con gran historia; completamente apto para ser el escudo de la soñada Tercera.

Fuentes: